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Importancia del Ayuno

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La Importancia del Ayuno

 

Debemos de empezar definiendo primero, ¿Qué es el ayuno?

 

El Catecismo de la Iglesia Católica, lo define como una de las tres formas de penitencia de la vida cristiana.

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1434 La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura y los Padres insisten sobre todo en tres formas: el ayuno, la oración, la limosna (cf. Tb 12,8; Mt 6,1-18), que expresan la conversión con relación a sí mismo, con relación a Dios y con relación a los demás. Junto a la purificación radical operada por el Bautismo o por el martirio, citan, como medio de obtener el perdón de los pecados, los esfuerzos realizados para reconciliarse con el prójimo, las lágrimas de penitencia, la preocupación por la salvación del prójimo (cf St 5,20), la intercesión de los santos y la práctica de la caridad "que cubre multitud de pecados" (1 P 4,8).

 

En consecuencia, el ayuno se debe de entender como un espacio de tiempo donde el creyente se restringe de no consumir alimentos, más que agua y pan y que lo realiza como nos lo dice la Iglesia como un acto penitencial y de preparación, que nos acerca a Dios.

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Yahvé terminó diciendo a Moisés: «Pon por escrito estas palabras, pues éste es el compromiso de la Alianza que he pactado contigo y con los hijos de Israel». Estuvo allí con Yahvé por espacio de cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni tomar agua. Y escribió en las tablas las palabras de la Alianza, los diez mandamientos. Éxodo 34, 27-28.

 

También es necesario realizar una distinción entre el ayuno y la abstinencia:

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  • En el tiempo del ayuno, el creyente consume agua y pan, podría consumir solo agua, verduras o nada.

  • La abstinencia, es la sustitución que realizamos de todo aquello que nos agrada mucho, por algo mas que no lo es tanto. Entonces, en este sentido la persona no deja de comer, sino que sustituye la comida o una actividad que le es de agrado, por algo de menos gusto.

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En diciembre de 1981, la Virgen le expreso este criterio a los videntes en Medjugorje

“El ayuno que muchos hacen comiendo pescado, en lugar de carne, no es ayuno, sino abstinencia. El verdadero ayuno consiste en renunciar a todos los pecados, Pero es necesario al renunciarlos, hacer participar también al cuerpo.”

 

 

Tipos de Ayuno

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Existen tres tipos de ayuno, los cuales fueron mencionados anteriormente

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  1. Ayuno que nos recomienda la iglesia es a base de pan y agua. El pan que nos recuerda las consecuencias del pecado original y el agua que es la palabra de Dios.

  2. Ayuno solo con agua.

  3. Ayuno sin consumir alimento. Mateo 4:3.

 

¿Por qué debemos de ayunar?

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La respuesta a esta pregunta está totalmente vinculada a la realidad que vivimos, es decir, el ayuno no debe de verse como una práctica antigua que a través del tiempo ha perdido relevancia y obligatoriedad y que solo es menester de los religiosos y religiosas.

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“Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán en aquellos días” Luc 5,35.

Por el contrario, es hoy más que nunca que debe de tomar relevancia suprema porque es un pedido del mismo Cielo y de Cristo por medio de su Santa Palabra y que tiene que ver con la Penitencia.

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Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Mat 4, 1-2.

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El texto bíblico nos refiere al acto preparatorio y penitencial que Cristo realizó no por sus pecados, sino por los pecados de nosotros (la humanidad), misma que sirve como prefiguración del acto de penitencia que realizamos en la sagrada misa.

El mismo Verbo nos da una enseñanza sobre el esfuerzo necesario que debemos de realizar para vencer las tentaciones y las vejaciones de la carne.

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Debemos de mencionar que somos cuerpo, alma y espíritu. Centraremos en analizar el cuerpo, donde recae las consecuencias del pecado, San Pablo nos lo menciona en Gálatas.

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Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como son entre sí antagónicas, de forma que no hacéis lo que quisierais. Gal 5, 17.

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Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. Gal 5, 19-21.

El ayuno es un acto reparador donde luchamos por vencer a la carne y elevamos el espíritu hacia Dios y le solicitamos la fuerza necesaria para que nos ayude.

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Velad y orad, para que no caigáis en tentación, que el espíritu está pronto, pero la carne es débil. Mat 26,41

Así mismo, por medio de las revelaciones privadas, nuestra Santa Madre nos ha pedido realizar actos de penitencia. En las apariciones de La Salette, Garabandal, Akita Medjugorje y en especial Fátima, nuestra madre nos ha exigido actos penitenciales, las cuales están intrínsicamente relacionado con los acontecimientos finales que vivimos.

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“… hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!...” Texto revelado del tercer secreto de Fátima.

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Debemos de comprender, que nuestro ayuno deber ser un acto donde solicitemos actos de reparación por nuestros pecados, sino por los del mundo y que es la única forma solicitar que la misericordia de Dios sea benevolente, respecto a su Justicia Santa.

 

¿Cómo debemos de ayunar?

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Como lo hemos observado, el ayuno es un acto penitencial que se puede realizar por medio del consumo de agua y pan, que a la vez se puede realizar en forma personal y comunitaria.

 “antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;  en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos”. 2° Corintios 6,4-5.    

 “Convoquen al pueblo proclamen ayuno; junten en el templo del Señor su Dios a los ancianos y a todos los habitantes del país e invoquen al Señor”. Joel 1,14 

 

Al realizar el ayuno, nuestra actitud es aquella propia de un corazón que humilla su cuerpo, su conocimiento y sus sentimientos y hace crecer en él un espíritu de agradecimiento ante Dios.

Con disposición de servicio a los demás.

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“Había también una profetisa muy anciana, llamada Ana, hija de Fanuel de la tribu de Aser. No había conocido a otro hombre que a su primer marido, muerto después de siete años de matrimonio. Permaneció viuda, y tenía ya ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo día y noche al Señor con ayunos y oraciones” Lucas, 36-37

En silencio y amor benevolente.

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“Es buena la oración con ayuno, limosna y justicia”. Tobías 12, 8

Con agradecimiento y con fe irrestricta en que nuestro sacrificio será agradable a Dios nuestro Señor, él lo conoce y solo él lo premiará.

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“Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como los que dan espectáculo y aparentan palidez, para que todos noten sus ayunos. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio”. Mateo 6, 16.

 

¿Cuándo debemos de ayunar?

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Como lo hemos observado anteriormente, la Iglesia nos invita a realizar ayuno obligatorio, los miércoles de ceniza y el viernes santo (C1251). Cabe de mencionar que esto tiene excepciones: para los niños menores de 18 años y personas mayores de 60 años (1252).

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En agosto de 1984, la Virgen le reveló al vidente Iván Dragicevic en Medjugorje lo siguiente:

“Me gustaría que en estos días las personas orasen más junto a mí. Y que orasen lo más que pudiesen. Y además de esto, que ofrezcan ayuno los miércoles y viernes; y reciten el Rosario diariamente: los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos”

Adicionalmente le mencionó que estos días son los mismos que en ella ayunaba en vida.

Ahora bien, el ayuno puede realizarse en cualquier momento que el creyente lo desee, el mismo debe ser realizado desde las 00:01 a.m., hasta las 11:59 p.m. Este tiempo podría ser menor en aquellas personas que por motivos de salud no pueden realizarlo de forma continua.

 

Beneficios del ayuno

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Son muchos los beneficios que el ayuno puede propiciar en nuestras vidas, no obstante, expondré solo algunos.

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  1. La protección de Dios .

“Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; más su poder y su furor contra todos los que le abandonan. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio”. Esdras 8, 21-23

 

  1. El perdón de Dios

“Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo”. Jonás 3, 10.

 

2. Arma espiritual

“Esta clase de demonios sólo se puede expulsar con la oración y el ayuno” Mat 17, 21

 

3. Dios habla al alma que se encuentra dispuesta

“Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: «Sepárenme a Bernabé y a Saulo y envíenlos a realizar la misión para la que los he llamado» 3

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Por muchos años Dios me regaló un gran regalo, Mi madrecita: Aida Méndez Carvajal. Mujer luchadora desde su niñez, la cual fue muy dura, caracterizada por trabajos de adulto que tenía que realizar desde su corta edad. De Joven fue catequista, quizás debido a eso siempre se preocupo por la enseñanza Cristiana en nuestro hogar. Cinco hijos y ninguna hija, por lo que siempre su labor de hogar fue muy fuerte. Buena administradora de los recursos económicos en la que mi padre siempre tuvo un gran apoyo. De caracter fuerte y firme pero cariñosa con sus seres queridos. Allá en el cielo  Mamá intercede pod nosotros. Te amaremos siempre.

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